Pola Bonilla modelaba barro y niños. ella era ceramista
de buena mano y maestra de escuela
en los campos de Maldonado; y en los veranos ofrecía
a los turistas sus cacharros y chocolate
con churros.
Pola adoptó a un negrito nacido en la pobreza,
de los muchos que llegan al mundo sin un pan bajo el brazo,
y lo crió como un hijo.
Cuando ella murió, él ya era un hombre crecido y con oficio. Entonces los parientes de Pola le
dijeron;
-Entra en la casa y llévate lo que quieras. El salió con la foto
de ella bajo el brazo y se perdió
en el camino.
martes, 27 de febrero de 2007
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1 comentario:
este cuento me ha dado una buena leccion
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