...Más de una vez me has oído decir que la vida es una misión que la mayoría de nosotros trata de cumplir sin ningún plan de vuelo, porque nunca nos dieron uno en el colegio. Es muy cierto que la vida es una misión, pero ninguno de nosotros puede enfrentarse a ella si erróneamente tratamos de medirla en años, en meses o incluso en semanas.
Cada día es nuestra vida en miniatura y, nos agrade o no, debemos engarzar un día con otro, como si fuesen cuentas, sólo una cada vez. Al despertar, el día que te espera es el único al cual puedes enfrentarte. Vívelo de manera que no tengas nada que lamentar cuando por la noche pongas la cabeza en la almohada, y así tendrás otra cuenta que engarzar. Si llegas a engarzar el número suficiente de cuentas, tendrás el collar de una buena vida. No hay otra forma; no existe ninguna otra senda que pueda conducirte hacia la felicidad.
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